Nacionalidad, año: EEUU, 2016
Director: Mel Gibson
Reparto: Andrew Garfield, Vince Vaughn, Sam Worthington, Hugo Weaving, Teresa Palmer, Luke Bracey, Rachel Griffiths
Sinopsis: Desmond Doss se alista en el ejército durante la segunda guerra mundial con sus convicciones bien claras: ayudará a su país salvando vidas, sin tocar un arma en el proceso
Diez años sin una película de Mel
Gibson son demasiados. El polémico director y actor no se ponía detrás de las
cámaras desde que realizó la excelente “Apocalypto” en 2006. En este caso,
Gibson lleva a la gran pantalla la historia de un héroe americano,
concretamente la del primer objetor de conciencia en obtener una medalla de honor en la guerra.
Mel Gibson podrá ser un racista,
antisemita, violento y estar enemistado con medio Hollywood, pero es un pedazo
de director como la copa de un pino y con “Hasta el último hombre” vuelve a demostrarlo.
Le da empaque y carácter a una historia que podía haberse quedado en el mero
telefilme barato y patriótico, convirtiéndola en una notable cinta bélica que,
en mi opinión, no llega más lejos porque tiene dos mitades y cada una de
ellas juega a una cosa. Durante esta primera mitad, conocemos al personaje de
Desmond, sus convicciones y su vida previa a la guerra. Un fragmento que no nos
muestra nada nuevo bajo el sol, pero que es un trámite que hay que pasar. Es
cuando la tropa de Desmond llega al barranco de Hacksaw en Okinawa donde empieza
la fiesta y Gibson saca toda la artillería, pasando la película a otro nivel con
unas secuencias bélicas muy bien rodadas y con grandes momentos. Aunque la
primera mitad no guste o no interese tanto (lo dicho, aunque la historia nos suene, es necesaria para asentar y conocer al personaje), merece la pena aguantar solo por el tramo de la guerra.
A la dirección de Gibson se suma
una buena labor de ambientación y efectos especiales, así como una banda sonora
que acompaña bien a la película. Gibson también ha conseguido que su reparto
haga una buena labor: Andrew Garfield realiza una actuación bastante buena,
el habitualmente anodino y olvidable Sam Worthington tiene aquí, probablemente,
su mejor interpretación (no es que sea decir mucho, pero no por ello hay que
dejar de decirlo) y Vince Vaughn es un buen secundario, alejado de sus habituales
papeles cómicos (y donde a mí nunca me ha hecho gracia). Aunque en la parcela
de secundarios, la mejor parte se la lleva un excelente Hugo Weaving. Quién
sabe si de haber contado con un par de momentos más no le tendríamos ahora
mismo en la terna por entrar en la categoría de mejor actor secundario.
Mel Gibson vuelve a la dirección
una década después con una cinta bélica interesante y muy bien dirigida,
especialmente en la parte de las escenas de guerra, realmente brillantes,
contrastando con su primera mitad, más tópica y olvidable, aunque distraída
(está claro que parte de la historia le interesaba más al director) No supera a
sus mejores cintas, pero prueba que Gibson debería prodigarse más detrás de las
cámaras. Desde el punto de vista del espectador, se agradecería.
Nota: 7
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