Nacionalidad, año: Francia, 2016
Director: Julia Ducournau
Reparto: Garance Marillier, Ella Rumpf, Raba Nait Oufella, Laurent Lucas, Bouli Lanners, Joana Preiss
Sinopsis: Justine, una joven de 16 años procedente de una familia de vegetarianos, ingresa en la escuela de veterinaria preocupándose por si logrará integrarse. Pronto comienza a despertarse en ella un instinto hacia la carne, lo que le traerá más de un problema
Precedida por las reacciones que había suscitado en otros festivales
(incluyendo desmayos y ambulancias para socorrer a los espectadores que se
impresionaban con lo que veían en pantalla) “Crudo” ha llegado a nuestras
pantallas con menos sangre y gore del que ha anunciado (para variar) su campaña
publicitaria. Sí, tiene sus momentos, pero cuando produce incomodidad, suele
hacerlo de la mano de un uso inteligente de los planos y del sonido antes que
de la sangre. “Crudo” podría haberse recreado y ser un espectáculo que buscara
más la sangre fácil (los que prefieran esto, pueden remitirse a otras cintas no
lejanas en el tiempo, como “The green inferno” de Eli Roth) pero prefiere
contar otra cosa.
Son muchas las películas que han retratado el paso de la adolescencia a
la adultez de sus personajes. Justine, la protagonista, es una adolescente que
siempre se ha regido por lo que le han implantado en su hogar. Ahora, en su
ingreso en la escuela de veterinaria, cuando podría esperar liberarse en parte
de esa presión, se encuentra con el mismo lobo con diferente piel. Desde esas
fiestas (muy bien rodadas), pasando por las novatadas a las que los estudiantes
de primero se ven sometidos por sus superiores, que les dictan lo que deben
hacer y cómo deben comportarse. Directrices que recibe también por parte de su
propia hermana, que busca que Justine no se salga de lo habitual allí, que sea
una más, y que no cuestione lo que hay a su alrededor.
Y es en medio de esa lucha consigo misma en la que Justine intenta
descubrir quién es realmente, cuando llega ese despertar por la carne. Un
aspecto al que la protagonista se resiste al inicio, pero contra el que cada
vez le cuesta más luchar, y que está plasmado con una buena evolución. Porque otro
gran acierto de Ducournau es que logra sin muchos problemas que el espectador
vea lo que está pasándole por la cabeza a Justine en todo momento (y de lo que
también tiene mucha culpa su actriz protagonista, Garance Marillier, que
realiza una interpretación excelente), pudiendo jugar así con lo que pueden
despertarle las acciones del personaje protagonista.
La cinta, a través del tema del gusto por la carne, despliega entonces
la defensa de lo diferente y la salida de lo convencional mezclado con la
relación que establecen Justine y su hermana Álex, muy interesante de ver
porque cuenta con momentos en los que sus roles se intercambian. Quizá “Crudo”
impresiona más que otras cintas sobre canibalismo porque huye de los excesos y
lo plantea como una diferencia más respecto al resto de la gente, que es mejor
que Justine no revele si lo que quiere es encajar (algo apuntalado por su
final) y es algo que, en términos generales, nos suena más realista y cercano,
y puede asustarnos.
En poco más de 90 minutos de metraje, a Ducournau le da tiempo a contarnos
todo esto, una hora y media en la que vemos esa evolución de Justine de
adolescente a adulta, con su lucha a favor de lo diferente, jugando con lo que
es normal y lo que no. Una reflexión que, independientemente de las reacciones
que despierte, merece ser vista.
Nota: 8
No hay comentarios:
Publicar un comentario