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viernes, 20 de enero de 2017

La La Land

Nacionalidad, año: EEUU, 2016
Director: Damien Chazelle
Reparto: Emma Stone, Ryan Gosling, John Legend, Rosemarie De Witt, J.K. Simmons, Finn Wittrock

Sinopsis: Una aspirante a actriz y un pianista de jazz que busca abrir un club se conocen y enamoran en Los Ángeles mientras luchan por cumplir sus sueños

Damien Chazelle tiene 32 años y un talento que resulta casi insultante. Muchos son los directores que, con una carrera más extensa, apenas tienen títulos (si es que alcanzan a tenerlos) en su filmografía que alcancen la calidad de las dos últimas obras del joven realizador. Pensar en las futuras cintas que realizará es prometedor para cualquier aficionado al cine, pero de momento quedémonos con el presente.

Con “Whiplash”, Chazelle ya demostró que era un director a tener en cuenta. Una cinta excelente (podéis leer la crítica aquí) cuyo éxito le permitió realizar el proyecto que llevaba años queriendo hacer, y que ocupa esta entrada: “La La Land” A Chazelle le gustan los musicales clásicos. Hoy en día no se hacen muchos ya (de manera que cada uno que se estrena es prácticamente un acontecimiento) Pero desde luego, los que ya no se hacen son los del estilo de “La La Land”. Por una vez, una frase tan de eslogan de cartel como “Ya no se hacen películas como esta” tiene bastante razón.

La película es un éxito por muchas razones. Una de ellas es la capacidad que tiene de traer de vuelta el musical clásico, tanto en esencia como en puesta en escena, y a la vez saber que es una cinta actual y darle estilo propio. Las referencias a grandes musicales como “Cantando bajo la lluvia” o “Un americano en París”, entre otros, están a la orden del día, y no solo a modo de homenajes, sino que su esencia está presente en la película y traspasa la pantalla, dando la sensación de estar viendo una película proveniente de otra época. Y, al mismo tiempo, Chazelle lo combina con cierto aroma de modernidad, así como en el manejo de la cámara y el apartado técnico, que hacen de “La La Land” una película difícilmente imitable y que se convierte en toda una experiencia cinematográfica.

El apartado visual lleva a la película a la categoría de auténtico espectáculo. La paleta de colores convierte a muchas de las escenas en pequeños cuadros. Se nota que Chazelle ha trabajado mucho la composición de los planos y la estética, y el resultado se nota mucho (30 millones de presupuesto, por cierto. No es que sea poco, pero si lo comparas con lo que se suele facturar hoy en día… desde luego está bien aprovechado) La fotografía, el montaje, la escenografía… todo brilla a un nivel altísimo. Inmenso el trabajo en la dirección. En el mismo término se puede hablar de la excelente banda sonora compuesta por Justin Hurwitz, así como de las canciones, muy pegadizas y bien introducidas a lo largo de la historia (pese a ser un musical, no son más de 5 o 6) A ver quién sale de la sala sin tararear “City of stars”


El guión podría señalarse como el principal defecto que podría tener la película, aunque yo no veo que sea un problema. Sí, es una historia que ya todos conocemos, pero está muy bien contada y se pone al servicio del espectáculo sin problemas, funcionando mejor de lo que podría parecer a simple vista, y que cuenta con un primer acto excelente, un segundo que mantiene las formas y un tercero que vuelve a rayar a un grandísimo nivel, para terminar con un gran final. Emma Stone y Ryan Gosling, por su parte, tienen también buena parte de la culpa del éxito de la película también. Pese a que ni “Crazy stupid love” ni “Gangster Squad” eran grandes películas (resultonas y entretenidas, eso sí), no había que fijarse mucho de la gran química que desprendían, y que aquí está aprovechada el máximo. Aquí ambos tienen oportunidad de lucirse. Eso sí, pese a que Gosling está muy bien, Stone se lo merienda en su mejor interpretación hasta la fecha.

Es de sobra sabido que el musical no es un género precisamente realista, pero también hay pocos géneros que contengan más magia en su interior. Y eso es algo que a “La La Land” le sobra, resultando prácticamente perfecta dentro de su género y pretensiones. Siendo una genialidad en todos los aspectos, la película invita a dejarlo todo a un lado durante un par de horas para introducirse en su mundo.  Una obra que representa como pocas el poder de los sueños. Pero que también sabe hablar muy bien acerca de cómo mantener los pies en el suelo y del fracaso. Y eso es algo a lo que tampoco está mal ponerle música de vez en cuando.

Nota: 9

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