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jueves, 18 de enero de 2018

Tres anuncios en las afueras

Nacionalidad, año: Inglaterra, 2017
Director: Martin McDonagh
Reparto: Frances McDormand, Sam Rockwell, Woody Harrelson, Caleb Landry Jones, Lucas Hedges, John Hawkes, Peter Dinklage

Sinopsis: Cansada de que no saber acerca de la identidad del asesino de su hija, Mildred Hayes decide dar un toque de atención a la policía y conseguir de paso que el caso gane algo de repercusión

Fusionar drama y comedia no es nunca una tarea sencilla. Hay veces que la mezcla sale bien y otras en las que todo lo contrario. Por suerte, la cinta de Martin McDonagh es uno de los primeros casos.


“Tres anuncios en las afueras” parte de una situación que no es cómica en absoluto. Nos encontramos con una madre que ha perdido a su hija hace casi un año y que clama por el ansia de justicia y venganza que guarda en su interior. Los anuncios del título son la excusa o detonante para comenzar a desarrollar una trama que nos lleva a conocer la psicología de los personajes, su forma de pensar y actuar y el cómo les afecta una situación así, cada uno dentro de su propio contexto, tanto a corto como a largo plazo. En el caso de Mildred, la conocemos casi un año después de lo sucedido y, si bien no presenciamos su estado inmediatamente posterior, si vemos como le afecta por entonces el hecho de haber perdido una hija, el no haber obtenido aún un culpable y la posibilidad, tan incierta como atemorizante, de que nunca llegue a obtenerlo.

Partiendo de esta  situación, McDonagh introduce la comedia negra con bastante fluidez. Un humor que sin duda es efectivo, pero también ácido e “incómodo”, por decirlo de alguna manera, en el sentido de que hay situaciones de las que en condiciones normales no te reirías, pero que tal y como están planteadas aquí, resulta complicado no reírse a carcajadas en varios momentos de la película. El ficticio pueblo de Ebbing acaba siendo un pequeño microcosmos donde la realidad social y personal de cada personaje acaba ahogando sus esperanzas y objetivos. Quizá no hay nada en este pueblo rural americano que no hayamos visto ya en otros, pero a veces así lo parece por la forma en la que está tratado.

Todo esto se consigue gracias a su bien construido guión, sus afilados diálogos y a sus personajes. El director utiliza su detonante inicial para desarrollar la historia con un ritmo siempre interesante, golpeando con el humor cuando quiere (y también con el drama) McDonagh sabe bien cómo distribuir a los personajes a lo largo del relato, estando todo muy bien medido. Además, su esencia de neo western está presente a lo largo de la película. El propio escenario se presta a ello, a lo que hay que sumar la banda sonora y hay algunas escenas en las que a McDormand solo le falta llevar espuelas en los zapatos. Y sí, está claro que el aroma de los Coen se respira en la atmósfera, pero la cinta tiene mucha personalidad propia.

En cualquier caso, son sin duda los personajes y los actores que les dan vida la piedra angular de la cinta. El director ha comentado que lo más parecido a un referente que encontró para Mildred fue John Wayne, ante la ausencia de equivalentes femeninos. Frances McDormand construye maravillosamente un personaje que puede, pues, crear escuela y ser un futuro referente. La actriz realiza un trabajo excelente, tanto en la expresión corporal como en cada diálogo que suelta como si fueran pedradas, así como en sus momentos de vulnerabilidad. Otro tanto puede decirse de Woody Harrelson y Sam Rockwell, los otros dos nombres destacados de un reparto donde del primero al último están geniales. Harrelson y Rockwell interpretan a dos personajes llenos de claroscuros (especialmente el segundo) con los que, debido en parte a las peculiares relaciones que se establecen entre los personajes (lo de Mildred con su ex marido no es precisamente normal, que digamos) van cambiando el posicionamiento del espectador respecto a ellos según va avanzando la película, desde el principio hasta el final. Un final, que, por cierto, puede no ser el que los espectadores esperan o desean, pero sí creo que le viene como anillo al dedo a la película.

En definitiva, “Tres anuncios en las afueras” es una cinta excelente. Su mezcla de drama y comedia funciona muy bien, desde la dirección de McDonagh, pasando por el guión, los personajes, su reparto o, simplemente, por ese peculiar mundo que es Ebbing, Missouri, en el que sin duda merece la pena adentrarse durante un par de horas.

Nota: 9

2 comentarios:

  1. Peliculón, sin duda. Yo desde luego te la recomiendo muy mucho. Ya contarás cuando la veas :)

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