Nacionalidad, año: EEUU, 2017
Directora: Kathryn Bigelow
Reparto: Algee Smith, Will Poulter, John Boyega, Jack Reynor, Ben O´Toole, Anthony Mackie, Hannah Murray, Jacob Latimore
Sinopsis: En julio de 1967, los disturbios raciales asolaban la ciudad de Detroit. Uno de esos sucesos tuvo lugar en el motel Algiers la noche del Motel Algiers
"Detroit" llega en un momento en el que la temática que trata es, lamentablemente, bastante actual, a pesar de los 50 años que nos separan de los acontecimientos que narra la cinta. Bigelow lo sabe, y por eso trata de golpear donde más duele con esta cinta.
Estamos habituados a ver al comienzo de las películas el típico letrero de "Basado o inspirado en hechos reales". Bigelow y el guionista Mark Boal, sin embargo, terminan la cinta anunciando que lo que nos han mostrado se ha hecho a base de diferentes testimonios y archivos gráficos, pero reconociendo que, especialmente, se ha hecho en torno a conjeturas. Y es que no se conocen los hechos exactos de lo ocurrido en el motel Algiers la noche del 25 de julio de 1967. Pero lo visto en la cinta resulta tristemente plausible. Bigelow tiene clarísimo desde el principio cómo va a contar la historia. Prueba de ello es el prólogo animado de la cinta, contado desde la perspectiva afroamericana, en la que se nos habla de diferentes acontecimientos, como el éxodo de la población negra a las ciudades industriales y su posterior concentración en guetos. Todo ello viene al caso para preparar el terreno de lo que veremos a continuación.
En "Detroit", Bigelow renuncia en buena parte a la visión de conjunto. No realiza un repaso a todo lo acontecido en el periodo que duraron los disturbios, que hubiera sido lo fácil. Durante los 30-40 minutos iniciales, vamos conociendo a los diferentes personajes que, de una forma u otra, van a acabar convergiendo en el Algiers esa noche. El resto va dedicado al acontecimiento en cuestión. Tampoco muestra equilibradamente ambos bandos, pues prácticamente los únicos blancos son los policias y ya se sabe cómo actúan. Los personajes se dividen así entre los que hacen sufrir y los que sufren, los abusadores y los abusados. En ese sentido, la cinta no pretende ir de lo que no es.
La directora utiliza la cámara al hombro (aunque en ocasiones se agradecería que utilizara un trípode) y unos acontecimientos cuya intensidad va "in crescendo" para ir creando una tensión palpable y una sensación de claustrofobia que se adueña de la cinta una vez nos encontramos recluidos en ese pasillo y en esas habitaciones. Es una cinta dura, que no es agradable de ver, pero de la que no se puede apartar la vista. Consigue sin duda lo que se propone, de manera que al final el espectador puede ver y sentir esa impotencia. incredulidad y sensación de fracaso que queda tras su visionado. A la lograda atmósfera conseguida para la cinta hay que añadir la buena labor del reparto, excelentes del primero al último.
Quizá esto se podría haber potenciado un poco más dándole algo más de conjunto al tema de los disturbios, pero creo que Bigelow acierta con el enfoque dado. Un enfoque que está dirigido a crear la indignación en el espectador, sí, porque desde el principio los blancos son los malos y los negros lo que sufren su ira. Y es cierto que la película, más que "Detroit", podría haberse titulado "Motel Algiers", porque falta algo más de retrato de todo lo que ocurrió en la ciudad por entonces. Pero cinematográficamente, creo que la película funciona muy bien.
"Detroit" puede ser considerada una cinta necesaria a la hora de recordar que este tipo de cosas ocurrieron y siguen ocurriendo hoy en dia. Pero, sobretodo, es una notable película que va de frente con lo que pretende contar, resultando bastante honesta, y que acierta creando su lograda atmósfera de tensión. Desde luego, merece la pena otorgarle un visionado.
Nota: 7
No hay comentarios:
Publicar un comentario