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martes, 25 de julio de 2017

Baby driver

Nacionalidad, año: EEUU, 2017
Director: Edgar Wright
Reparto: Ansel Elgort, Kevin Spacey, Lily James, John Hamm, Jamie Foxx, Eiza González

Sinopsis: Deseoso de abandonar su vida criminal, Baby, un joven y experto conductor que se especializa en fugas de atracos, ve la oportunidad de abandonar el mundillo cuando conoce a Débora, una camarera de la que se enamora. Pero no le va a resultar nada sencillo.

Entretenimiento puro. Eso es sin duda lo que me ha proporcionado "Baby driver", la nueva película de Edgar Wright. No tiene una gran historia ni busca revolucionar nada, pero lo que ofrece da sin duda para pasar un buen rato.


El problema auditivo del personaje de Baby es la excusa para el uso constante de la banda sonora, que es el aspecto que mayor personalidad le otorga a la cinta. Ya no es solo que la música sea un personaje más, sino que la película está organizada en torno a ella. El montaje y el sonido giran en torno a la reproducción de las canciones que también marcan el ritmo de la trama en cada momento, además de las escenas específicas en las que suenan las canciones. Esto le otorga a la película un estilo propio y un ritmo particular, agilizando en muchos momentos la trama y convirtiéndola en una experiencia curiosa. Si que es cierto que el uso de tanto temazo al final consigue que no los aprecies tanto por separado, pero es un efecto colateral.

La música es tan importante que los actores se aprendían los diálogos con las canciones de fondo cuando era necesario, para ajustarse bien al tempo, pero no es lo único que funciona bien en la cinta. Wright sabe muy bien qué hacer con la cámara, le otorga a la cinta un ritmo trepidante y ha hecho una antigua virguería con el montaje para que todo cuadre a la perfección, un trabajo que ha debido de ser de todo menos sencillo. 

"Baby driver" no tiene el argumento más original del mundo ni aporta nada que no se haya visto ya, pero aún así es una historia bien contada, con un reparto a la altura y que le otorga a la música una dimensión aún mas importante de la que ya tiene normalmente en el cine, siendo portadora tanto del ritmo de la cinta como de la parte emocional, siendo una especie de larga canción de la vida del protagonista, al que acompañamos durante dos horas. Y, en cualquier caso, es un muy buen entretenimiento, con el que resulta muy difícil aburrirse. No es poco. 

Nota: 7

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