Nacionalidad, año: EEUU, 2017
Director: Steven Soderbergh
Reparto: Channing Tatum, Adam Driver, Daniel Craig, Riley Keough, Farrah Mackenzie, Jack Quaid, Brian Gleeson, Katie Holmes, Seth MacFarlane, Sebastian Stan, Hilary Swank, Katherine Waterston
Sinopsis: Tres hermanos intentan llevar a cabo un atraco a un circuito de carreras durante la celebración de una prueba
Curtido en películas de atracos tras haberse encargado de la trilogía de Danny Ocean y compañía, Steven Soderbergh vuelve de una de sus ya habituales retiradas con una cinta del mismo género, pero cambiando el glamour de Las Vegas y a los hombres trajeados por la rural Virginia Occidental y las canciones de John Denver.
Con puntos en común con la trilogía Ocean´s, "La suerte de los Logan" es un relato ligero y ameno que consigue sin dudar su principal objetivo: entretener. Una cinta que demuestra que no es necesario ir trajeado y tener glamour para dar un golpe. Y es que, a través del efectivo guión de la cinta (no arriesga en absoluto, pero tampoco es que fuera necesario, y funciona bastante bien), Soderbergh ha sustituido el ejercer de espectadores ante las andanzas de la pandilla de Ocean´s a implicarnos más intentando que simpaticemos con un puñado de paletos con corazón que buscan acabar con la miseria que lleva acompañando a su familia desde hace mucho tiempo.
La sublevación de la clase obrera de la América profunda cuenta con los elementos necesarios para que la cinta funcione, desde un objetivo interesante, pasando por la diferentes relaciones entre los miembros del equipo y los diferentes contratiempos que les van sucediendo. Soderbergh, además, ha optado por tratar a los personajes con normalidad, sin convertirlos en pringados de los que reírse, de manera que la simpatía que puedas ir sintiendo hacia ellos va surgiendo gradualmente. Buena parte de la culpa la tiene el reparto, desde unos melancólicos Tatum y Driver, a una chonificada Riley Keough o a un desatado Daniel Craig, al que se le nota que se lo ha pasado en grande con su personaje.
No revoluciona nada, ni lo pretende, pero "La suerte de los Logan" en un sólido entretenimiento que, aunque está claro que no va a generar muchos entusiasmos, es lo suficientemente simpática y amena como para ganarse al espectador.
Nota: 7
Curtido en películas de atracos tras haberse encargado de la trilogía de Danny Ocean y compañía, Steven Soderbergh vuelve de una de sus ya habituales retiradas con una cinta del mismo género, pero cambiando el glamour de Las Vegas y a los hombres trajeados por la rural Virginia Occidental y las canciones de John Denver.
Con puntos en común con la trilogía Ocean´s, "La suerte de los Logan" es un relato ligero y ameno que consigue sin dudar su principal objetivo: entretener. Una cinta que demuestra que no es necesario ir trajeado y tener glamour para dar un golpe. Y es que, a través del efectivo guión de la cinta (no arriesga en absoluto, pero tampoco es que fuera necesario, y funciona bastante bien), Soderbergh ha sustituido el ejercer de espectadores ante las andanzas de la pandilla de Ocean´s a implicarnos más intentando que simpaticemos con un puñado de paletos con corazón que buscan acabar con la miseria que lleva acompañando a su familia desde hace mucho tiempo.
La sublevación de la clase obrera de la América profunda cuenta con los elementos necesarios para que la cinta funcione, desde un objetivo interesante, pasando por la diferentes relaciones entre los miembros del equipo y los diferentes contratiempos que les van sucediendo. Soderbergh, además, ha optado por tratar a los personajes con normalidad, sin convertirlos en pringados de los que reírse, de manera que la simpatía que puedas ir sintiendo hacia ellos va surgiendo gradualmente. Buena parte de la culpa la tiene el reparto, desde unos melancólicos Tatum y Driver, a una chonificada Riley Keough o a un desatado Daniel Craig, al que se le nota que se lo ha pasado en grande con su personaje.
No revoluciona nada, ni lo pretende, pero "La suerte de los Logan" en un sólido entretenimiento que, aunque está claro que no va a generar muchos entusiasmos, es lo suficientemente simpática y amena como para ganarse al espectador.
Nota: 7
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