Director: Tim Burton
Reparto: Johny Depp, Eva Green, Helena Bonham Carter, Michelle Pfeiffer, Chloe Grace Moretz
Sinopsis: En el siglo XVIII, Barnabás Collins (Depp), hijo de una rica familia inglesa que emigra a América, comete el error de romperle el corazón a Angelique (Green), una bruja que, despechada, le condena a un destino bastante peor que la muerte: le convierte en un vampiro y lo encierra en un ataúd. Barnabás despierta en 1972, en un mundo totalmente desconocido para él.
Tim Burton basa su última película en una famosa telenovela americana emitida entre 1966 y 1971 y que alcanzó la friolera de 1225 episodios. Para ello se rodea de los ya muy habituales pero siempre efectivos Johny Depp y Helena Bonham Carter y debuta con otras actrices como Eva Green o Chloe Moretz
Burton contaba con un buen reparto y una historia base acorde a su personalidad, suficiente para hacer una buena película. No obstante, se ha quedado a medias en algunas cosas. Le encuentro dos defectos importantes: El primero de ellos es que el guión no se adapta bien a la duración de una película estándar. Le sobra metraje. Especialmente en la parte final, se me ha hecho un poco larga, y se le podría quitar fácilmente un cuarto de hora. Quizá sea debido al formato telenovela de la serie original, pero hay pocos elementos para desarrollar la historia, y se nota. Esto afecta también al ritmo, que no termina de ser constante y sufre de algunos bajones: Pasamos de un rato con bastantes coñas a otros más pausados en los que disminuye la atención de lo que pasa en pantalla. Le hubiera venido bien que la cosa se hubiera equilibrado un poco. Además, algunos temas se podían haber abordado un poco más en profundidad, como lo de la madre del niño pequeño o el personaje de la niñera, que pasa de ponérnosla de protagonista al principio a desaparecer casi hasta al final, contando su pasado a través de un superficial flashback.
Para la segunda pega se podría establecer un paralelismo con la película: La obsesión que siente Angelique por Barnabás solo es comparable a la que Tim Burton tiene por Johny Depp. Depp es el protagonista absoluto de la película, y sale mucho. Demasiado. Esto no es culpa del actor, obviamente. Depp realiza de nuevo una interpretación muy buena (si bien alejada de otros grandes personajes que ha interpretado para el director, como Eduardo Manostijeras o Sweeney Todd, aunque también es verdad que Barnabás no es un personaje que requiera un carga interpretativa tan fuerte como los anteriores) y consigue insuflarle su carisma a Barnabás. Pero esto es un hecho que me fastidia especialmente en esta ocasión, ya que Deep está rodeado de personajes muy interesantes que por culpa de su excesivo protagonismo se quedan a medio desarrollar y a los que se les podía haber sacado más jugo, especialmente a Eva Green o a Chloe Moretz (sus intervenciones como la joven Caroline son de lo mejor de la película) Y más si tenemos en cuenta que Green le gana la partida a Depp a nivel interpretativo. La actriz francesa (además de lucir cuerpazo) borda el papel de mala, demostrando que sabe moverse con mucha soltura en este tipo de papeles y que su Morgana en la serie Camelot no fue casualidad.
A pesar de todo, Burton consigue una película muy entretenida y divertida, con una ambientación estupenda y con un reparto de un nivel excelente. Algunas de las coñas y chistes son realmente buenos aunque también hay algunos momentos que no hay por donde cogerlos (lo escribo en blanco para no spoilear) como la felación o que la niña sea una mujer-lobo, pero es Tim Burton para lo bueno o para lo malo.
Si bien no llega al nivel de las mejores de Burton, y objetivamente se merece menos nota, a mi me ha parecido muy entretenida y es imposible aburrirse viéndola
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