Nacionalidad, año: EEUU, 2018
Director: Ruben Fleischer
Reparto: Tom Hardy, Riz Ahmed, Michelle Williams, Jenny Slate, Reid Scott, Michelle Lee
Sinopsis: Un ente alienígena se fusiona con un periodista caído en desgracia
Hace unos años, Sony, tras el fracaso de las películas de "The amazing Spiderman" protagonizadas por Andrew Garfield, decidió ceder finalmente y compartir al personaje con Marvel. No obstante, viendo el gran éxito que tiene Marvel con casi todas sus películas, que Fox se puso las pilas y que incluso Warner, con más errores que aciertos, puso en marcha el universo DC, estaba claro que no iban a querer quedarse sin su trozo del pastel.
Sony ya no puede hacer películas con Spiderman de protagonista, pero contractualmente parece que nada le impide hacerlas de otros personajes de su universo, por lo que Sony ha optado por comenzar a hacer películas de sus villanos. Para ello, han optado por comenzar con uno de los más conocidos, Venom. A nivel de taquilla y popularidad no se puede decir que a Sony le haya salido mal la jugada: la película ha funcionado, la secuela debería ser un hecho y Sony ya prepara películas de Morbius y Kraven, por lo que la posibilidad de iniciar un universo cinematográfico está claramente ahí. Ahora bien, en cuanto a calidad ya es otra cosa,
"Venom" me parece fallida por varias razones. Tiene un guión bastante flojo que tarda bastante en arrancar y que cuando lo hace... bueno, tampoco es que llegue muy alto. Pero el tardar tanto en entrar en materia hace que la película carezca de un ritmo mínimamente adecuado. Los personajes tampoco es que sean su punto fuerte: el villano y el interés romántico del protagonista son presa del tópico, pero lo más sangrante es el caso del propio Venom. A mitad de película, sin causa aparente, muta, pasando de convertirse en una amenaza para su protagonista a una especie de colega enrollado sin que haya explicación ni motivos para cambios, lo que desnaturaliza por completo al personaje. La trama no despega y cuando quiere hacerlo la cinta termina, terminando por no desarrollar nada bien, ni personajes ni argumento.
Tom Hardy es lo más destacable de una cinta que parece haber visto mutilada al menos parte de su metraje (Hardy llegó a decir que se había eliminado 40 minutos) y que no aprovecha el potencial del actor ni la relación con Venom, que era el punto más interesante de la película, faltando desarrollo como el comer. En su lugar queda un mejunje de elementos de unos 100 minutos que tiene poco destacable y que aburrir no es que aburra, pero la verdad, tampoco es que haya pasado un rato especialmente entretenido viéndola, que es lo único que le pedía. Ya no es que le falte mala leche o cualquier otro elemento, es que le faltan unos cimientos mínimamente sólidos sobre los que construir algo. Que no me esperen en la secuela.
Nota: 4
Hace unos años, Sony, tras el fracaso de las películas de "The amazing Spiderman" protagonizadas por Andrew Garfield, decidió ceder finalmente y compartir al personaje con Marvel. No obstante, viendo el gran éxito que tiene Marvel con casi todas sus películas, que Fox se puso las pilas y que incluso Warner, con más errores que aciertos, puso en marcha el universo DC, estaba claro que no iban a querer quedarse sin su trozo del pastel.
Sony ya no puede hacer películas con Spiderman de protagonista, pero contractualmente parece que nada le impide hacerlas de otros personajes de su universo, por lo que Sony ha optado por comenzar a hacer películas de sus villanos. Para ello, han optado por comenzar con uno de los más conocidos, Venom. A nivel de taquilla y popularidad no se puede decir que a Sony le haya salido mal la jugada: la película ha funcionado, la secuela debería ser un hecho y Sony ya prepara películas de Morbius y Kraven, por lo que la posibilidad de iniciar un universo cinematográfico está claramente ahí. Ahora bien, en cuanto a calidad ya es otra cosa,
"Venom" me parece fallida por varias razones. Tiene un guión bastante flojo que tarda bastante en arrancar y que cuando lo hace... bueno, tampoco es que llegue muy alto. Pero el tardar tanto en entrar en materia hace que la película carezca de un ritmo mínimamente adecuado. Los personajes tampoco es que sean su punto fuerte: el villano y el interés romántico del protagonista son presa del tópico, pero lo más sangrante es el caso del propio Venom. A mitad de película, sin causa aparente, muta, pasando de convertirse en una amenaza para su protagonista a una especie de colega enrollado sin que haya explicación ni motivos para cambios, lo que desnaturaliza por completo al personaje. La trama no despega y cuando quiere hacerlo la cinta termina, terminando por no desarrollar nada bien, ni personajes ni argumento.
Tom Hardy es lo más destacable de una cinta que parece haber visto mutilada al menos parte de su metraje (Hardy llegó a decir que se había eliminado 40 minutos) y que no aprovecha el potencial del actor ni la relación con Venom, que era el punto más interesante de la película, faltando desarrollo como el comer. En su lugar queda un mejunje de elementos de unos 100 minutos que tiene poco destacable y que aburrir no es que aburra, pero la verdad, tampoco es que haya pasado un rato especialmente entretenido viéndola, que es lo único que le pedía. Ya no es que le falte mala leche o cualquier otro elemento, es que le faltan unos cimientos mínimamente sólidos sobre los que construir algo. Que no me esperen en la secuela.
Nota: 4
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