Seis años después de su última entrega (aquella "Terminator Salvation" protagonizada por Christian Bale que mucha gente considera fuera del canon oficial de la saga), vuelve Terminator. Y pretende hacerlo a lo grande, dando inicio a una nueva trilogía, y contando de nuevo con su personaje más simbólico: el T-800 de Arnold Schwarzenegger. Liberado ya de sus labores políticas, Arnold regresó al cine y ha decidido retomar uno de sus personajes más icónicos, algo que hizo por última vez en 2003 en la tercera entrega, la rebelión de las máquinas.
No quiero hacer un repaso de la saga, porque quiero dedicarle su propia entrada, pero pongámonos en antecedentes. En 1984, James Cameron nos contaba como, en el futuro, una guerra entre humanos y máquinas prácticamente había acabado con nuestro planeta. Pero un hombre, Jonh Connor, conseguía guiar a los humanos y conseguir que nos impusiéramos. Para evitarlo, Skynett, la maquina que lo empezó todo, enviaba un cyborg asesino, conocido como Terminator, al pasado, con el objetivo de acabar con la vida de Sarah Connor, madre de John, antes de que este naciera. La cinta, que fue todo un éxito, ha tenido tres secuelas hasta el momento, en 1991, 2003 y 2009, respectivamente. La segunda entrega, el juicio final, es la más conocida de la saga y la favorita de casi todo el mundo (entre los que me incluyo, aunque también tengo a la primera entrega en muy alta estima).
Terminator siempre ha sido una de mis sagas favoritas, e incluso me gustaron la tercera y cuarta películas, aún siendo poca cosa objetivamente hablando, pero al menos pasabas el rato. Por eso, no me disgustaron las noticias de la quinta entrega, aunque por lo visto hasta ahora, hay que reconocer que tiene una pinta algo extraña que no invita demasiado al optimismo. Al principio parece un reboot de la primera entrega, pero más allá de la premisa inicial (Skynett enviando al T-800 y John Connor a Kyle Reese), la cosa empieza a complicarse, ya que cuando Reese llega, se encuentra conque no es la chica desvalida que necesitaba protección, como le ocurrió a la Sarah de Linda Hamilton en la primera entrega, sino que sabe valerse por sí misma, y además ya tiene un T-800 a su lado que prácticamente la ha criado.
Por si esto fuera poco, tenemos a un Terminator que parece ser un T-1000, el villano de la segunda película, junto al T-800 original de la primera película (que por lo visto en el trailer no dura mucho) y un John Connor del futuro que se comporta de forma extraña... un mezcladillo de diversas cosas que a simple vista parece difícil que funcione. Pero bueno, no quiero ser negativo antes de verla, y la verdad es que voy a quedar satisfecho salvo que sea un desastre absoluto (no voy a ir con muchas expectativas). Al fin y al cabo, se que me voy a divertir viendo a Arnold retomar el personaje, y el propio James Cameron ha dicho que le ha gustado (si, maniobra publicitaria descarada, pero a alago hay que agarrarse).
Así que el de 10 de julio podemos ver si este pseudo-reboot que parece afrontar la saga es el desastre que muchos vaticinan o puede ser el comienzo de algo interesante. De momento tenemos a Arnold retomando personaje junto a la nueva Sarah Connor de Emilia Clarke (conocida por dar vida a Daenerys Targaryen en la serie Juego de Tronos, y aunque físicamente me gusta mucho, creo que le va a venir gran el papel, sobretodo si lo comparamos con lo que hicieron previamente Linda Hamilton e incluso su compañera de reparto en Juego de tronos, Lena Headey, en la serie de "The Sarah Connor Chronicles", que lamentablemente fue cancelada tras dos temporadas y que un día tengo que ver en condiciones), Jason Clarke como John Connor y Jai Courtney como Kyle Reese. Llevo meses comprobando que soy de los pocos que la esperan con ganas, así que espero no llevarme una decepción muy grande.
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