Nacionalidad, año: EEUU, 2015
Director: Genndy Tarkakowsky
Sinopsis: Tras la boda de Mavis y Johny, y del nacimiento de su hijo Dennis, a Drácula le preocupa que su nieto no comience a dar señales de vampirismo
Secuela de la cinta de animación
de Sony de hace tres años, en la que se nos contaba como Drácula había montado
en Transilvania un hotel para monstruos que se veía amenazado con la llegada de
un humano, que además se enamoraba de su hijo.
No es que la cinta necesitara una
secuela, pero dado que fue un pequeño éxito para Sony, se pusieron manos a la
obra. La película está más o menos al nivel de la primera. Ya no sorprende,
como sucede con la gran mayoría de secuelas, pero aún así han conseguido una
cinta entretenida, que se deja ver, y con algunos gags logrados. Nuevamente
vuelve a tratar os temas relacionados con la familia y la aceptación de uno
mismo, llevándolo a un nuevo nivel, tanto argumental como cómico, ya que la
presencia del pequeño Dennis permite a Drácula cambiar el objeto de su “obsesión”
en esta ocasión (mientras que en la primera película se centraba en la
sobreprotección de su hija y en su intento de alejarla de Johny, aquí está
centrado en despertar el supuesto lado vampírico de su nieto).
Por otro lado tenemos a Mavis
intentando integrarse en el mundo real y buscando un futuro fuera del hotel, y
el añadido del abuelo Drácula. Estas tramas se van alternando con las
peripecias del grupo de Drácula con Dennis, y a veces dejan la sensación de ser
poco fluidas, con algunos momentos metidos con calzador (especialmente con el
abuelo). Pero bueno, la cinta tampoco da para mucho más, y la verdad es que
tampoco lo pretende.
En resumen, una aceptable secuela
que mantiene el nivel, con algunos gags buenos, una mejorada animación y un
mayor aprovechamiento a nivel imaginativo y visual de su mezcla de mundos. Si
os gustó la primera, esta es muy probable que también.
Nota: 6
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