Nacionalidad, año: EEUU, 2011-?
Cadena: AMC
Creador: Joe y Tony Gayton
Cadena: AMC
Creador: Joe y Tony Gayton
Episodios: 13
Reparto: Anson Mount, Colm Meaney, Jake Weber, Phil Burke, Robin Mcleavy, Kasha Koprinski, Jennifer Ferrin, Christopher Heyerdahl, Dohn Norwood, Mackenzie Porter, Common, David Wilson Barnes, Jonathan Scarfe, Gregg Henry
Sinopsis: La expansión del ferrocarril de la Union Pacific continúa, no sin que deje de haber conflictos. En esta ocasión, se centran en la ciudad de Cheyenne, asentamiento de mucha de la gente que habitaba Hell on wheels. La vida de la ciudad cambiará con la llegada de John Campbell, enviado por el general Grant para controlar la "civilización" del oeste y a Durant. Mientras tanto, Cullen Bohannon intenta marcharse el fuerte mormón en el que vive con su esposa y su hijo recién nacido.
Al igual que el ferrocarril al que sigue en la ficción, "Hell on wheels" ha continuado su andadura en la parrilla veraniega de AMC, que el año pasado se extendió algo más de la habitual. Y es que la cuarta temporada tuvo 3 episodios más de los 10 habituales, y la temporada no terminó hasta noviembre. Además, AMC ha renovado la serie por una quinta temporada de 14 episodios que será la última. No obstante, no vamos a ver el final de la serie hasta verano de 2016, ya que la cadena ha decidido dividir la quinta temporada en dos tandas de 7 episodios cada una, una en 2015 y otra en 2016, una tontería, en mi opinión, pero bueno, así nos garantizamos que la serie tendrá un final cerrado.
En fin, vamos con lo que ha dado de sí esta cuarta temporada. Lo advierto, hay SPOILERS A MANSALVA A PARTIR DE AQUÍ en toda la entrada, ya que si no tendría que estar poniendo letra blanca cada dos por tres y la verdad es que no me apetece, para que os voy a engañar.
Esta temporada hemos tenido ciertos cambios. Para empezar, la ciudad nómada de Hell on wheels ha dejado de ser el principal escenario de la serie para dejar paso a Cheyenne, la ciudad construida por Durant. Con esto se ha dejado más de lado la ciudad nómada y sus tejemanejes que ya conocíamos bien tras 3 temporadas y se ha centrado más en retratar la vida en estas ciudades que eran el reflejo de los intentos por domesticar y dominar al salvaje oeste, y donde había bastantes tensiones y choques, como ha sido el caso de Cheyenne. La construcción del ferrocarril ha quedado un poco en stand by en esta cuarta tanda de episodios (básicamente los esfuerzos se han concentrado en superar una montaña), pero en la ciudad han pasado muchas cosas.
Antes de todo eso, al final de la temporada anterior dejábamos a Cullen en un fuerte mormón donde se veía obligado a casarse con una chica a la que dejó embarazada, y donde el sueco, ahora reconvertido en falso sacerdote, da rienda suelta a su locura. Precisamente es esta locura lo más entretenido de los dos episodios del fuerte, que llegan a su culmen con esa escena en la que Bohannon consigue que Gunderssen confiese sus crímenes. De vuelta al ferrocarrill, Cullen tiene que lidiar ahora con una mujer y un hijo, algo que hacia tiempo que no tenía. No quiere que les pase nada, y les protege, pero no deja de notarse un cierto distanciamiento que acaba con la familia de Cullen volviendo al fuerte mormón. Esta parte de "vida familiar" no me ha interesado demasiado, pero ha acabado siendo parte importante del final de temporada
En Cheyenne, como decía antes, ha pasado de todo. Durant campa a sus anchas, pero la situación le dura poco, ya que el general Grant ha enviado a John Campbell, un nuevo personaje, para que se haga cargo del gobierno de Wyoming y, especialmente, para que controle Cheyenne y el ferrocarril de Durant. Si en las anteriores temporadas veíamos que las disputas y el puteo mutuo al que se sometían Bohannon y Durant era en mi opinión la salsa de la serie, aquí se ha añadido un nuevo vertice. Y es que Campbell es también bastante cabroncete, por lo que, con el retorno de Cullen, vemos algo que hasta ahora solo habíamos visto hasta ahora en ocasiones muy puntuales: una especie de alianza entre estos dos personajes ante su nuevo enemigo común. Además, las desavenencias de temporadas anteriores han quedado en un segundo plano. Ambos tienen un objetivo común, que es ver finalizado el ferrocarril, y eso les une, pero además han llegado a comprenderse muy bien. Campbell ha sido un añadido interesante, aunque algo limitado en ciertos capítulos. Su relación con la directora del periódico es algo que podían haber eliminado sin que hubiera pasado nada.
En fin, vamos con lo que ha dado de sí esta cuarta temporada. Lo advierto, hay SPOILERS A MANSALVA A PARTIR DE AQUÍ en toda la entrada, ya que si no tendría que estar poniendo letra blanca cada dos por tres y la verdad es que no me apetece, para que os voy a engañar.
Esta temporada hemos tenido ciertos cambios. Para empezar, la ciudad nómada de Hell on wheels ha dejado de ser el principal escenario de la serie para dejar paso a Cheyenne, la ciudad construida por Durant. Con esto se ha dejado más de lado la ciudad nómada y sus tejemanejes que ya conocíamos bien tras 3 temporadas y se ha centrado más en retratar la vida en estas ciudades que eran el reflejo de los intentos por domesticar y dominar al salvaje oeste, y donde había bastantes tensiones y choques, como ha sido el caso de Cheyenne. La construcción del ferrocarril ha quedado un poco en stand by en esta cuarta tanda de episodios (básicamente los esfuerzos se han concentrado en superar una montaña), pero en la ciudad han pasado muchas cosas.
Antes de todo eso, al final de la temporada anterior dejábamos a Cullen en un fuerte mormón donde se veía obligado a casarse con una chica a la que dejó embarazada, y donde el sueco, ahora reconvertido en falso sacerdote, da rienda suelta a su locura. Precisamente es esta locura lo más entretenido de los dos episodios del fuerte, que llegan a su culmen con esa escena en la que Bohannon consigue que Gunderssen confiese sus crímenes. De vuelta al ferrocarrill, Cullen tiene que lidiar ahora con una mujer y un hijo, algo que hacia tiempo que no tenía. No quiere que les pase nada, y les protege, pero no deja de notarse un cierto distanciamiento que acaba con la familia de Cullen volviendo al fuerte mormón. Esta parte de "vida familiar" no me ha interesado demasiado, pero ha acabado siendo parte importante del final de temporada
En Cheyenne, como decía antes, ha pasado de todo. Durant campa a sus anchas, pero la situación le dura poco, ya que el general Grant ha enviado a John Campbell, un nuevo personaje, para que se haga cargo del gobierno de Wyoming y, especialmente, para que controle Cheyenne y el ferrocarril de Durant. Si en las anteriores temporadas veíamos que las disputas y el puteo mutuo al que se sometían Bohannon y Durant era en mi opinión la salsa de la serie, aquí se ha añadido un nuevo vertice. Y es que Campbell es también bastante cabroncete, por lo que, con el retorno de Cullen, vemos algo que hasta ahora solo habíamos visto hasta ahora en ocasiones muy puntuales: una especie de alianza entre estos dos personajes ante su nuevo enemigo común. Además, las desavenencias de temporadas anteriores han quedado en un segundo plano. Ambos tienen un objetivo común, que es ver finalizado el ferrocarril, y eso les une, pero además han llegado a comprenderse muy bien. Campbell ha sido un añadido interesante, aunque algo limitado en ciertos capítulos. Su relación con la directora del periódico es algo que podían haber eliminado sin que hubiera pasado nada.
Otro personaje nuevo esta temporada que ha tenido su importancia ha sido el de Sydney Snow, un antiguo compañero de Cullen que llegaba a Cheyenne sin saber que Bohannon andaba por allí. Sydney es de todo menos buena gente, y su personaje sufre altibajos, aunque lo importante es que acaba siendo responsable de la quema de la iglesia de Ruth, lo que provoca la muerte de Ezra. Esto deja destrozada a Ruth, que no duda en matar a Sydney cuando tiene oportunidad. Aunque la causa en este caso fuera justificada, si no se declara inocente ni siquiera Campbell puede induntarla. Y en un gran episodio, "Thirteen steps" ni siquiera Cullen consigue que cambie su posición, por lo que Ruth acaba siendo ahorcada.
El resto de personajes no lo ha pasado especialmente bien. Eva se ve obligada a reconvertirse tras la desaparición de Elam, que es dado por muerto, aunque luego acaba reapareciendo. La trama del personaje de Common ha sido decepcionante, ya que lo salvan de morir luchando contra un oso para traerlo de vuelta solo durante dos episodios en estado de locura y Cullen tenga que acabar matándolo. Aunque nos ofrece la escena de Cullen y el ataúd de Elam, el resultado es bastante pobre. Louise ha hecho poca cosa esta temporada más allá de su lío con Campbell y Mcguiness han tenido una temporada bastante ambigua.
Al final de temporada, vemos como Cullen dejaba una vez más el ferrocarril, esta vez por decisión propia. Durant le advierte de que no volverá a admitirlo otra vez. Parte en busca de su familia, pero una epidemia ha arrasado el fuerte, y, aunque tras buscar durante bastante tiempo Cullen sabe que están vivos, no sabe por donde pueden estar. En parte, eso es lo que le motiva a aceptar la oferta del jefe de la compañía contraria a la de Durant en la construcción del ferrocarril, ya que este le dice que le ayudará a encontrarlos.
Así, hemos tenido una cuarta temporada que a mi me ha gustado más que la tercera, aún con sus altibajos, y que ha dejado las cosas bastante interesantes de cara a la temporada final, con la carrera por la construcción del ferrocarril llegando a su última fase, ahora con Bohannon en el bando contrario y, además, con Gunderssen dirigiéndose hacia allí, por lo que tendremos un previsible enfrentamiento final. Entre este verano y el del año que viene veremos como termina todo esto.
Nota: 8
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