Nacionalidad, año: EEUU, 2015-?
Creador: Dan Fogelman
Cadena: ABC
Episodios: 10
Reparto: Joshua Sasse, Timothy Omutson, Mallory Jansen, Vinnie Jones, Karen David, Luke Youngblood, Darren Evans
Sinopsis: Galavant y el rey Richard se ven obligados a formar equipo si quieren conseguir sus respectivos objetivos: reunirse con Isabella y recuperar su reino. Pero no van a tenerlo nada fácil por el camino. Isabella, mientras tanto, intenta evitar la boda con su primo Izzie, y Madalena y Gareth intenta coexistir en el trono gobernando el reino
Pese a que no voy a añadir grandes cosas respecto a la reseña que le dediqué a la primera temporada el año pasado, la segunda temporada de esa genialidad que es "Galavant" se merecía ser comentada. La serie fue para mi una de las sorpresas más agradables del pasado año televisivo, y consiguió una renovación sorpresa por parte de ABC, ya que, aunque los datos no fueron buenos, la recepción no fue mala en absoluto y como recambio para un mes en la midseason no estaba mal.
Su mezcla de sitcom, musical y la ambientación medieval produjeron algo original que funcionó bastante bien, dando lugar a una serie que no se tomaba a sí misma en serio en ningún momento y que se autoparodiaba constantemente. Esta segunda temporada ha seguido una línea similar, aprovechando la separación geográfica de los personajes para producir diferentes tramas.
Todas en general han funcionado bien, y creo que los guionistas han acertado en un punto clave: darle más protagonismo al rey Richard. Richard fue el robaescenas de la temporada anterior y un personaje enorme. Los responsables supieron ver esto y prácticamente es el protagonista de esta segunda temporada. El estar todo la temporada compartiendo trama con Galavant facilitaba que supiera más, y a nivel cómico es mucho más efectivo y divertido que el personaje del caballero, así que hemos salido ganando.
Madalena y Gareth han sabido hacer funcionar sus peculiares formas de gobierno para lograr un entendimiento y dejar momentos muy divertidos en palacio. Lo mismo podía decirse de Isabella y los sirvientes que a priori era la parte que menos me convencía que funcionara en solitario y que, aunque ha tenido sus momentos, ha sabido manejarse bien. Ya en los dos últimos episodios, que es cuando todas las tramas confluyen y todos los personajes se encuentran (no lo pongo como spoiler porque la propia serie se encarga de spoilearlo en la primera canción de la temporada, la genial “A new season”. Así de grandes son esta gente), la cosa explota y mejora. Además, sabiendo que una segunda renovación sorpresa es prácticamente imposible (hasta se ríen de ello en la última canción de la temporada), esta vez han optado por no dejar un cliffhanger y cerrarlo todo más o menos bien, dejándose solo algún cabo suelto a propósito “por si acaso”.
En definitiva, una segunda temporada a la altura de la primera. La serie sigue siendo tan surrealista, absurda, mamarracha y divertida como al principio, con nuevos momentazos y canciones. A los que os gustó la primera corred a por ella. Y a los que no la visteis, ya tardáis en verla, que si no renueva se va a quedar en 18 capítulos de 20 minutos y merece mucho la pena.
Nota: 7
Su mezcla de sitcom, musical y la ambientación medieval produjeron algo original que funcionó bastante bien, dando lugar a una serie que no se tomaba a sí misma en serio en ningún momento y que se autoparodiaba constantemente. Esta segunda temporada ha seguido una línea similar, aprovechando la separación geográfica de los personajes para producir diferentes tramas.
Todas en general han funcionado bien, y creo que los guionistas han acertado en un punto clave: darle más protagonismo al rey Richard. Richard fue el robaescenas de la temporada anterior y un personaje enorme. Los responsables supieron ver esto y prácticamente es el protagonista de esta segunda temporada. El estar todo la temporada compartiendo trama con Galavant facilitaba que supiera más, y a nivel cómico es mucho más efectivo y divertido que el personaje del caballero, así que hemos salido ganando.
Madalena y Gareth han sabido hacer funcionar sus peculiares formas de gobierno para lograr un entendimiento y dejar momentos muy divertidos en palacio. Lo mismo podía decirse de Isabella y los sirvientes que a priori era la parte que menos me convencía que funcionara en solitario y que, aunque ha tenido sus momentos, ha sabido manejarse bien. Ya en los dos últimos episodios, que es cuando todas las tramas confluyen y todos los personajes se encuentran (no lo pongo como spoiler porque la propia serie se encarga de spoilearlo en la primera canción de la temporada, la genial “A new season”. Así de grandes son esta gente), la cosa explota y mejora. Además, sabiendo que una segunda renovación sorpresa es prácticamente imposible (hasta se ríen de ello en la última canción de la temporada), esta vez han optado por no dejar un cliffhanger y cerrarlo todo más o menos bien, dejándose solo algún cabo suelto a propósito “por si acaso”.
En definitiva, una segunda temporada a la altura de la primera. La serie sigue siendo tan surrealista, absurda, mamarracha y divertida como al principio, con nuevos momentazos y canciones. A los que os gustó la primera corred a por ella. Y a los que no la visteis, ya tardáis en verla, que si no renueva se va a quedar en 18 capítulos de 20 minutos y merece mucho la pena.
Nota: 7
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