Nacionalidad, año: EEUU, 1940
Director: Alfred Hitchcock
Reparto: Laurence Olivier, Joan Fontaine, George Sanders, Judith Anderson, Nigel Bruce
Sinopsis: Una dama de compañía de una señora americana conoce a un aristócrata enviudado recientemente durante un viaje a Montecarlo. Tras casarse con el, se traslada a vivir a la mansión de su marido en Inglaterra, pero no tarda en darse cuenta de que Rebeca, la antigua dueña de la casa, sigue estando muy presente
Excelente película de Alfred Hitchcock, que consigue realizar nuevamente un gran ejercicio de tensión con una historia aparentemente simple y que no da para mucho (de hacerla hoy en día es probable que fuera poco más que un telefilm de sobremesa).
Lo que principio parece una historia de amor normal y corriente no tarda en transformarse, en un ejemplar ejercicio de tensión e intriga. El director consigue que un personaje al que no vemos en pantalla en ningún momento deje sentir su presencia a lo largo de toda la cinta. Conocemos a Rebecca por lo cuentan los criados de la casa (el ama de llaves a la cabeza) y Maximillian, pero son otras cosas también lo que nos cuenta mucho sobre la mujer que da título a la película, como puedan ser el contraste entre sus dos habitaciones, la de la mansión (que muestra lo que Rebecca ofrecía a la gente, su imagen más pública) y la de la cabaña (que muestra como era realmente). El título es un gran acierto: sin aparecer. Rebecca tiene más presencia y personalidad que la protagonista, de la que ni siquiera conocemos su nombre para aumentar este sentimiento.
La puesta en escena está muy lograda y estudiada para transmitir bien lo que se pretende, ya sean los sentimientos de los personajes (esa adoración del ama de llaves por su antigua señora, la tortura interna de Maximillian...) o la tensión y el misterio. Los actores están todos muy bien, está muy bien dirigida y sus algo más de dos horas no se notan. Es cierto que su historia base es simple, y que posiblemente no deja de serlo durante todo su metraje, pero hay que mirar por encima de eso para disfrutar de este clásico. Una gran película.
Premios Oscar: 11 nominaciones, de las cuales consiguió 2: mejor película y mejor fotografía en blanco y negro
Nota: 8
Lo que principio parece una historia de amor normal y corriente no tarda en transformarse, en un ejemplar ejercicio de tensión e intriga. El director consigue que un personaje al que no vemos en pantalla en ningún momento deje sentir su presencia a lo largo de toda la cinta. Conocemos a Rebecca por lo cuentan los criados de la casa (el ama de llaves a la cabeza) y Maximillian, pero son otras cosas también lo que nos cuenta mucho sobre la mujer que da título a la película, como puedan ser el contraste entre sus dos habitaciones, la de la mansión (que muestra lo que Rebecca ofrecía a la gente, su imagen más pública) y la de la cabaña (que muestra como era realmente). El título es un gran acierto: sin aparecer. Rebecca tiene más presencia y personalidad que la protagonista, de la que ni siquiera conocemos su nombre para aumentar este sentimiento.
La puesta en escena está muy lograda y estudiada para transmitir bien lo que se pretende, ya sean los sentimientos de los personajes (esa adoración del ama de llaves por su antigua señora, la tortura interna de Maximillian...) o la tensión y el misterio. Los actores están todos muy bien, está muy bien dirigida y sus algo más de dos horas no se notan. Es cierto que su historia base es simple, y que posiblemente no deja de serlo durante todo su metraje, pero hay que mirar por encima de eso para disfrutar de este clásico. Una gran película.
Premios Oscar: 11 nominaciones, de las cuales consiguió 2: mejor película y mejor fotografía en blanco y negro
Nota: 8
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